Continuando con el maravilloso mundo de la mitología griega,
esta vez, les contaré acerca de el famoso “Pegaso”, y aunque seguramente ya has
escuchado sobre él, incluso debes imaginártelo gracias a Disney, y su película
de Hércules, donde de cierta manera nos narran un poco de este personaje,
aunque a mi parecer si hay mucho más trasfondo, a mi ese filme durante mi
infancia hizo que me encantará cada vez más este tema y todo lo que gira alrededor
de.
La mitología griega es
una avalancha de historias entretenidas y leyendas que no nos hacen quitar la
mirada de la lectura, tal vez, la de “Pegaso” es una de las más populares,
donde el caballo grande alado y de un color blanco precioso, es hijo de Poseidón
y de Medusa, ¡sí¡ así es.
Se habla de que nació entre las fuentes del océano y que por eso le brindaron ese nombre, el cual significa manantial, en varias teorías se indica que nació en la Tierra, siendo fecundado de la sangre de Medusa o La Gorgona, cuando Perseo, asesinó a esta. Otra de las versiones dice que nació del cuello de Medusa, cuando Perseo le cortó la cabeza, y la sangre entro en contacto con el agua, el gigante Crisaor, hermano de Pegaso.
Pegaso ha sido representado una variedad de veces, en distintas ocasiones, como, por ejemplo, libros de historia, películas como ya mencioné, cómics, mostrando la importancia que tiene en la mitología griega, a pesar de que han pasado tantos años y la leyenda sigue ahí.
Esta criatura, es grande, blanco, cuenta con unas enormes
alas con las que podía volar a grandes alturas, y podía hacer manar el agua
donde pisaba, también se sabía que era completamente indomable, estas características
no pasaron inadvertidas para Belerofonte, hijo del rey Glauco, quien durante
mucho tiempo deseo domarlo y organizo infinidad de expediciones para capturarlo,
tanto fue su esfuerzo que Atenea le ayudo, dándole una brida de oro, para poder
domarlo.
Pasado el tiempo, Belerofonte, fue creciendo y añoraba convertirse en un dios, para poder llegar al Olimpo con Pegaso, mismos actos que no le parecían a Zeus, y envía un insecto a picar a Pegaso, se agitó violentamente, tirando a Belerofonte al suelo, dejándolo impedido y el corcel pudo escapar de él.
Para finalizar, Zeus nombra a Pegaso como el portador del
rayo y el trueno, dos de los símbolos más importantes de su poder, pero además
le ordenó ser el encargado de conducir el carro de Aurora y también le
convirtió en una constelación compuesta por cuatro estrellas brillantes, de mis
preferidas y algo que podemos ver hoy en día en el cielo.
Imagen tomada de https://algargos.jimdofree.com/cultura-cl%C3%A1sica/3-religi%C3%B3n/religi%C3%B3n-griega/
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